El marketing de hoy entiende la importancia del cliente y reconoce su valor, por lo tanto, la tendencia nos lleva a descubrir nuevas estrategias para involucrar a los compradores con la marca ¡Descubre como en este post!
Nunca ha existido dudas de que el cliente es la pieza más importante de tu marca, ya que sin ellos sencillamente no funciona el negocio.
Pero a pesar de todas las herramientas de las que disponemos en la actualidad gracias a la tecnología para crear nuevas experiencias destinadas a los consumidores, aún existen muchos empresarios que todavía luchan por entender lo que realmente quieren sus clientes.
El cliente de hoy busca mucho más que una simple compra impulsiva de una única ocasión, ellos desean establecer conexiones realmente duraderas con la marca y tu como vendedor debes estar listo para darles lo que ellos quieren.
La masificación de las tecnologías, la globalización, las redes sociales y en general el mundo tan acelerado en el que vivimos y que compartimos tanto los vendedores como los consumidores, han cambiado por completo el proceso de compra.
Podemos percibir con facilidad como los consumidores son más activos e inteligentes que nunca y por ende son capaces de realizar su propia investigación antes de comprar, es decir, ya no se limitan a creer ciegamente en las relucientes palabras de un anuncio publicitario como lo hicieron las generaciones pasadas.
Este nuevo escenario significa que debes encontrar la fórmula para involucrar a los compradores con la marca.
Esto ha traído como resultado que las marcas estén colocando a sus clientes en el centro de sus estrategias de marketing y ventas, y además que utilicen el conocimiento de los propios consumidores para impulsar sus campañas.
Ejemplos de cómo involucrar a los compradores con la marca
A continuación, te explicaremos en base a ejemplos reales, algunas estrategias implementadas por pequeñas y grandes marcas para desarrollar sentido de pertenencia y mayor satisfacción a sus clientes.
1. Coca-cola
Todos en el mundo conocemos a esta afamada marca de refrescos o gaseosas, sin embargo, por más que pasen las décadas, su posicionamiento en el mercado se mantiene sólido, ya que han descubierto como involucrar a los compradores con la marca.
Su estrategia consiste en el debranding o desmarquización, lo que significa; quitar el protagonismo a la marca como tal, pero haciendo un uso sutil de los elementos distintivos de su identidad.
En este caso, la compañía decidió sustituir el logo de la marca para poner en su lugar nombres de personas, el resultado de esta estrategia fue sorprendente, ya que impactó en sus consumidores notablemente, al impulsarlos a comprar las latas con sus nombres o con el nombre de alguien cercano, sirviendo como un regalo llamativo y para llenar las redes sociales de fotos junto al producto.
2. Theadless
Se trata de una tienda online de camisetas estampadas, en donde los clientes son los protagonistas, ya que son estos los que proponen los diseños y la comunidad vota para seleccionar a los favoritos, los cuales serán los que finalmente saldrán a la venta.
Los ganadores recibirán una retribución económica por su diseño y la empresa tiene garantizadas sus ventas, ya que, al ser previamente votadas por los propios usuarios, cuando salgan al mercado ya las ventas están aseguradas.
3. Honda
En el año 2011 la marca de automóviles Honda, descubrió a Joe, un cliente común, pero con una historia particular, ya que había demostrado ser un fiel amante de su vehículo modelo Accord de 1990 y estaba a punto de alcanzar el millón de millas.
Honda decidió aprovechar este hito y destacarlo para mostrar el nexo de la marca con sus clientes. Joe fue sorprendido con un gran desfile y le regalaron un auto nuevo para que disfrutara de su siguiente millón de millas.
Conclusión
Con el pasar de los años el marketing ha pasado de estar enfocado en el producto y sus características, a enfocarse en el cliente y en los beneficios que el mismo les aporta a sus vidas. Este cambio de enfoque ha llevado a la necesidad de desarrollar estrategias para involucrar a los compradores con la marca.
De esta forma las marcas han logrado desarrollar lazos emocionales mucho más fuertes con sus clientes, beneficiando así la actividad comercial de los minoristas.
